La terapia hormonal sustitutiva sigue considerándose el tratamiento estándar del hipotiroidismo. Debe prestarse atención a un régimen de dosificación adecuado. La reducción de la dosis está indicada en pacientes mayores de 60 años y en pacientes con enfermedad arterial coronaria.
El hipotiroidismo es más frecuente que el hipertiroidismo; en Europa, la prevalencia en la población general ronda el 4% o más. 1% para el hipertiroidismo [1,2]. En el hipotiroidismo, los niveles de TSH son demasiado altos y los de tiroxina libre (fT3 y fT4) demasiado bajos (Fig. 1). Los síntomas típicos del hipotiroidismo manifiesto incluyen fatiga, apatía e hipotermia. Otros signos clínicos son la hipertensión arterial (especialmente el aumento de la PA diastólica) y la hiporreflexia, así como cambios en la voz (profunda, ronca) y la piel (pálida). “En la vejez, el hipotiroidismo suele ser oligosintomático”, explica el Dr. Roger Lehmann, médico jefe de la Clínica de Endocrinología, Diabetología y Nutrición Clínica del Hospital Universitario de Zúrich [2]. En casos muy raros, puede desarrollarse un coma hipotiroideo (pérdida de conciencia, bradipnea). Si sólo el valor de TSH está elevado, pero los valores periféricos son normales, se habla de hipotiroidismo subclínico. Como se siguen produciendo suficientes hormonas tiroideas, no suele haber síntomas asociados, pero aumenta el riesgo de progresión a un hipotiroidismo manifiesto. Los valores de TSH <5 mU/l se consideran el rango normal; una indicación clara para la terapia de sustitución (Eltroxin®, Euthyrox®) son los valores de TSH >10 mU/l.(recuadro). El siguiente régimen de dosificación ha demostrado su eficacia: Comience con la dosis de mantenimiento prevista o 1,6 µg/kg de peso corporal, 30 minutos antes del desayuno [2]. Esto último es importante porque, de lo contrario, el preparado puede metabolizarse mucho peor, explica el ponente. La dosis debe reducirse en personas mayores de 60 años y en personas con cardiopatía coronaria. Si los valores objetivo se alcanzan al cabo de dos semanas, el intervalo de control puede prolongarse. Si es necesario, la dosis debe ajustarse durante el curso del tratamiento.
El síndrome de Hashimoto es una causa común
En aproximadamente el 40% de los casos, el hipotiroidismo se debe a una tiroiditis autoinmune. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la glándula tiroides, que recibe el nombre de síndrome de Hashimoto o tiroiditis linfocítica crónica. Inicialmente, se produce hipertiroidismo (hashitoxicosis), luego se desarrolla hipotiroidismo en el curso posterior. En la forma hipertrófica del síndrome de Hashimotos, los marcadores diagnósticos incluyen infiltrados linfocíticos y anticuerpos contra una enzima tiroidea (TPO positivo en el 80-99%, TAK positivo en el 35-60%) y bocio difuso. La segunda causa más frecuente es la idiopática, que representa más de un tercio. La tercera causa más común es el hipotiroidismo post-terapéutico, por ejemplo, tras la radiación o la tiroidectomía total/subtotal. Entre las sustancias que pueden desencadenar un hipotiroidismo inducido por fármacos se encuentra la amiodarona. Sin embargo, no es necesario interrumpir el fármaco arrítmico; el hipotiroidismo puede corregirse mediante una terapia de sustitución con Eltroxin® o Euthyrox®. Los fármacos tireostáticos, el litio, el interferón-α, la interleucina-2 y los inhibidores de la tirosina quinasa (inhibidores del punto de control: sunitinib, sorafenib) son otros agentes que pueden provocar hipotiroidismo. El hipotiroidismo congénito (cretinismo) sólo se da raramente en Suiza.
El síndrome del enfermo eutiroideo suele aparecer en estados de debilidad
Un descenso de las hormonas tiroideas es una constelación alostática característica del circuito de control tirotrópico, que se produce a menudo en estados de inanición y en enfermedades agudas o crónicas graves. Esto se denomina síndrome de enfermedad eutiroidea o síndrome de enfermedad no tiroidea. Según el ponente, esto puede observarse casi siempre en pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos. La TSH y la fT3 (vida media de un día) disminuyen más rápidamente que la fT4, que tiene una vida media de una semana. En la fase de convalecencia, se estimula la producción de hormonas tiroideas y se produce un aumento de la TSH (hasta 20 mU/l) [3]. Por lo tanto, los niveles de tiroides deben medirse repetidamente durante esta fase. Por ejemplo, un mes después, un nivel de TSH previamente excesivo puede volver a estar en el rango normal. En cuanto a las necesidades de yodo, un adulto necesita unos 150 µg de yodo al día, que en Suiza se cubren normalmente con el consumo de sal que contiene yodo [2].
Literatura:
- Madariaga AG, et al: Incidencia y prevalencia de la disfunción tiroidea en Europa: un metaanálisis. J Clin Endocrinol Metab 2014; 99: 923-931.
- Lehman R: Hipo- e Hipertiroidismo, Prof. Dr med. R. Lehmann, FOMF Medicina Interna, Zurich, 24.06.2020.
- Lehmann R: Hipo- e Hipertiroidismo, Prof. Dr med. R. Lehmann, FOMF Medicina Interna, Zurich 04.12.2019.
PRÁCTICA GP 2020; 15(7): 50