En la invaginación intestinal, una sección del intestino es empujada hacia la sección vecina. Este cambio también se conoce como intususcepción. La parte invaginada del intestino es la invaginada, la parte intususceptiva del intestino es la invaginada. La causa suele ser desconocida.
El dolor de estómago repentino y los vómitos intermitentes, a veces biliosos, en muchos casos varias veces por hora, indican el cambio. Los episodios duran entre 15 y 20 minutos. En los niños, se aprecia una postura relajada con las piernas flexionadas.
La persistencia de los síntomas de dolor puede indicar una complicación en desarrollo. [3,4,6] Pueden producirse heces sanguinolentas (“gelatina de frambuesa”) en el curso posterior . La intususcepción intestinal es la causa más frecuente de obstrucción intestinal en niños, especialmente en lactantes de entre 6 meses y 3 años. El 75% de los pacientes jóvenes tienen menos de 2 años. Los varones se ven afectados con mayor frecuencia. En aproximadamente el 25% de los niños afectados, un cambio patológico causante desencadena la invaginación intestinal(Resumen 1). Si no se produce una reducción espontánea, se puede intentar reparar el intestino con insuflación de aire (con un mayor riesgo de perforación de la pared intestinal) o un enema de solución salina o medio de contraste bajo control ecográfico o fluoroscópico. La tasa de recurrencia de la manipulación es de alrededor del 5 al 10%. Por lo tanto, debe realizarse un control ecográfico en las 24 horas siguientes. Si la reducción no tiene éxito, existe el riesgo de isquemia de la pared intestinal con la consiguiente gangrena y peritonitis aguda. El tratamiento quirúrgico es entonces inevitable a más tardar. Las indicaciones de la cirugía se resumen en la figura 2. Alrededor del 6% de las intususcepciones se producen en adultos [5].
Las intususcepciones pueden producirse en distintas partes del intestino. El cuadro 3 muestra las distintas localizaciones.
Además de los síntomas clínicos, la palpación abdominal puede revelar un tumor cilíndrico y el tacto rectal puede revelar sangre.
La invaginación intestinal es una posible forma de desplazamiento intestinal. Las hemorroides también pueden provocar un prolapso anal o rectal. El diagnóstico clínico está entonces claro [1]. Sin embargo, el desplazamiento colónico externo también es posible en el postoperatorio si se crea un ano praeter.
Otra forma de desplazamiento intestinal es el vólvulo [8]. Se trata de una torsión o enredo de partes del intestino. Las consecuencias pueden ser la obstrucción intestinal o la gangrena. Se trata de una urgencia abdominal. Los síntomas son similares a los de la invaginación intestinal. El desplazamiento de partes del intestino de su posición normal sin vólvulo también puede ser sintomático si se produce una alteración del mesenterio.
Ecográficamente, la invaginación en forma de telescopio de los segmentos intestinales afectados es muy claramente visible y típica de la invaginación intestinal [6]. La invaginación intestinal no muestra peristaltismo. En el estadio avanzado, la vascularización disminuye en la ecografía Doppler. La ecografía también suele ser la primera medida de imagen en el vólvulo. La imagen radiológica general del abdomen muestra a menudo una configuración en forma de grano de café de las partes sobreinfladas del intestino. También se puede visualizar la distribución del aire en el abdomen en la posición corporal adecuada y descartar perforaciones gastrointestinales libres [7].
El diagnóstico por tomografía computarizada de la invaginación intestinal debe considerarse en primer lugar en adultos o en niños con un curso complicado, especialmente si se sospecha una compresión extrínseca [5]. Para ello se han desarrollado protocolos pediátricos apropiados de dosis bajas.
Los exámenes por resonancia magnética desempeñan un papel secundario en el diagnóstico de la invaginación intestinal. El método puede utilizarse para detectar el prolapso intestinal, también en lo que respecta a la evaluación de las regiones corporales vecinas.
Estudio de caso
En el caso clínico 1 (Fig. 1A y B), una paciente de 56 años con enfermedad de Crohn conocida del intestino delgado mostraba una invaginación del íleon terminal en el ciego de aproximadamente 1,2 cm en el examen MR-Sellink. El considerable edema de la pared del intestino delgado provocó una estenosis del lumen, ensanchando así el íleon terminal.
El caso 2 muestra (Fig. 2A y B) la invaginación de partes del yeyuno en una TC abdominal en un varón de 28 años con síntomas crecientes de dolor en el abdomen medio.
El caso 3 (figs. 3A y B) muestra el prolapso del segmento colónico en la bolsa ano-praeter en una resonancia magnética del abdomen en una paciente de 59 años en seguimiento por un carcinoma rectal. No presentaba síntomas de dolor.
En el caso 4 (Fig. 4A y B), se aprecia el desplazamiento de las asas herniadas del intestino delgado hacia el lado lateral derecho por detrás del borde inferior del hígado. La paciente presentaba dolor en el abdomen medio e inferior derecho desde hacía unas 4 semanas.
A modo de comparación, el caso 5 muestra un desplazamiento relativamente inofensivo, en la mayoría de los casos asintomático, del intestino entre el hígado y la pared abdominal o el diafragma y el hígado: el síndrome de Chilaiditi (Fig. 5), que debe su nombre al radiólogo Dimitrios Chilaiditi [8]. La prevalencia de la variante normal es del 1%.
Mensajes para llevar a casa
- La invaginación intestinal es la invaginación de una sección del intestino en la parte vecina del intestino.
- La invaginación intestinal puede producirse en distintas partes del intestino.
- El dolor de estómago repentino y los vómitos intermitentes, a veces biliosos, en muchos casos varias veces por hora, indican el cambio.
- El diagnóstico se realiza a partir de los síntomas clínicos, la palpación y el diagnóstico por imagen.
- El principal procedimiento de diagnóstico por imagen es la ecografía.
- Si la reducción mecánica no tiene éxito, existe el riesgo de isquemia de la pared intestinal con la consiguiente gangrena y peritonitis aguda. El tratamiento quirúrgico es entonces inevitable a más tardar.
Literatura:
- “Prolapso anal y rectal”, www.amboss.com/de/wissen/anal-und-rektumprolaps,(última consulta: 21/10/2024).
- “Síndrome de Chilaiditi”, https://flexikon.doccheck.com,(último acceso 21/10/2024).
- Cochran WJ: Intususcepción intestinal, www.msdmanuals.com/de-de,(última consulta: 21/10/2024).
- Hircin E, Haas I: Invaginación, https://flexikon.doccheck.com/de/Invagination,(última consulta: 21/10/2024).
- Prokop M, Galanski M (Eds): Tomografía computarizada espiral y multicorte del cuerpo. Georg Thieme Verlag Stuttgart, Nueva York 2003: pp. 586.
- Schrör S, Feichter M: Invaginación: Síntomas, causas, terapia. www.netdoktor.de/krankheiten/invagination,(última consulta: 21 de octubre de 2024).
- Staatz G, Schneider K: Differenzialdiagnose des akuten Abdomens. Parte IV: Abdomen agudo en la infancia. Radiology up2date 2, 2010: 103-116.
- “Vólvulo”, https://medlexi.de/Volvulus,(último acceso 21/10/2024).
PRÁCTICA GP 2024; 19(11): 44-47