Los síntomas clásicos de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) van desde un dolor abdominal leve hasta síntomas de cólicos y diarrea persistente. Las fases con baja actividad de la enfermedad pueden ir seguidas de episodios graves. En cuanto a la etiopatogenia, se supone que existe una estructura multifactorial en la que interviene una combinación de factores endógenos y exógenos en la desregulación del sistema inmunitario, que se manifiesta en una inflamación crónica en el intestino.
Los pacientes suelen necesitar tratamiento de por vida para controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. El panorama terapéutico ha cambiado rápidamente en los últimos años, con la llegada al mercado de varias sustancias nuevas muy eficaces de los grupos de fármacos biológicos y de moléculas pequeñas, sobre todo para las formas moderadas y graves de la enfermedad. Lea el primer artículo de la serie “La EII importa” y obtenga una visión completa del estado actual de la farmacoterapia para la enfermedad inflamatoria intestinal.
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