Durante el embarazo, la progesterona provoca un descenso de la tensión arterial. Fisiológicamente, esto puede atribuirse, por un lado, al aumento de la capacidad vascular venosa (dilatación del sistema vascular con un aumento aún insuficiente del volumen sanguíneo materno) y, por otro, a un retorno venoso insuficiente de la sangre al corazón. Durante un embarazo fisiológico, la tensión arterial desciende unos 10 mmHg. La presión más baja se alcanza alrededor de la semana 24 de embarazo. La presión arterial baja en reposo no es patológica, sino sólo un síntoma acompañante en el embarazo.
Autoren
- Prof. Dr. med. MHBA Janina Müller-Deile
Publikation
- CARDIOVASC
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